martes, 20 de marzo de 2012

Cruce de cables


Leía el otro día acerca del sargento Robert Bales y la "carnicería" afgana (16 civiles muertos) que preparó en Kandahar.Y tampoco me sorprende demasiado. A primera vista tenía una vida de lo más normal, estable, con sus pequeños problemas, como tantos otros. Pero de buenas a primeras pasó de héroe de guerra a villano. Las pequeñeces del día a día, probablemente los problemas económicos, con el toque justo de embriaguez, le hicieron perder el control. No podemos pasar por alto su clasificación de la humanidad, donde cortaba por lo sano: los americanos y los malos. Y yo me pregunto: ¿esto es un patriota? Más bien un fanático; de los que probablemente cada día nos encontremos más, pues la propia sociedad los va creando, cuando vende que cada uno puede ser su propio Dios y poner sus reglas en este juego de la vida. Que en mi parcelita se acaba el mundo, y si no te gusta... Pues eso, que llega uno, se levanta con el pie izquierdo y pasa lo que tenía que pasar.

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